Las percepciones e incluso, definiciones de turismo son muy variadas, aunque la bibliografía académica existente coincide en una constante: el turismo es el traslado de personas de un lugar a otro y lo que persigue es la derrama o gasto que se deriva de éste, esto lleva a entender el aspecto económico como la primera motivación para la práctica de esta actividad, aunque no sea la única.
En este contexto, citaremos la frase “zapatero a tus zapatos”, que usualmente utilizamos en turismo para dejar en evidencia la desventaja que sufren los profesionales del sector, puesto que en turismo a diferencia de la medicina, la biología, enfermería, etc., no se aplica la referida frase, es decir, cualquier persona sin previa formación o conocimiento de esta actividad, la puede desarrollar con un fin lucrativo, es así, que se pueden encontrar distintas percepciones dado el abanico de participantes.
Esto nos lleva a ver el turismo en dos escenarios: uno desde la perspectiva del empresario o beneficiario directo, y otro desde la percepción del colectivo en su conjunto, o de aquellas personas que no participan directamente del turismo, es decir, del vecino, del propietario, del hotel, de la comunidad donde se encuentra el centro turístico, entre otros.
Un empresario de la índole que sea, entiende sencillamente al turismo como un medio por el cual se generan divisas en pro de su beneficio propio, sin importar en muchas ocasiones el bien común, es decir, involucrar a la comunidad, ciudad o sitio de interés donde se desarrolle la práctica turística. Es así, que la percepción del turismo es únicamente económica para el empresario. Mientras que un tipo de turismo más direccionado a la colectividad, representa, sí, una actividad económica, pero que busca el bien global de la población participante. Entonces podríamos hablar de turismo comunitario, ya no sólo visto desde la óptica económica, sino de la capacitación, participación, inclusión, buen vivir, etc. de la que obligatoriamente la comunidad es sujeto activo.
Ahora bien, como se habla de percepciones sobre el turismo, y una vez, que al menos se han puesto en juicio dos de éstas, la empresarial y la otra comunitaria, es necesario saber qué percibe aquel grupo que no participa directamente del turismo y que como ya se mencionó antes, puede ser el vecino del dueño del hotel.
De investigaciones previas, respecto a la percepción del ciudadano sobre el turismo, se pueden mencionar algunas de las más comunes y constantes en varios estudios, a saber: el turismo desplaza a la población para la construcción de nuevas estructuras; las tierras donde hay hoteles ganan plusvalía y por ende todo se vuelve más caro; el turismo genera oportunidades laborales; el turismo contamina, todos podemos trabajar en turismo, entre otras.
Como se ha visto, es difícil tener una visión única del turismo, no obstante, es necesario buscar mecanismos que coadyuven a integrar al empresario y al colectivo, de manera que se cree una simbiosis capaz de beneficiar a ambas partes y de generar un trabajo mancomunado y multidisciplinar.